Escepticismo y Fantasmas



Los críticos de los “testigos de apariciones de fantasmas” sugieren que las limitaciones de la percepción humana sumadas a las explicaciones físicas puedan esclarecer la naturaleza de tales apariciones, que no son verdaderas.
Por ejemplo, la presión del aire, en un hogar, puede provocar que las puertas se cierren de golpe, o las luces de un coche que pasa por la carretera se reflejen a través de una ventana, por la noche, generando la ilusión de fantasmagorías.
Por otra parte, la “pareidolia” es una tendencia innata del cerebro humano a clasificar patrones de percepciones recibidas al azar. Este rasgo puede provocar que las personas crean haber vistos auténticos fantasmas.
Los informes de fantasmas vistos “en la esquina del ojo” se pueden  considerar un efecto de la sensibilidad de la visión periférica humana.

Según un investigador escéptico, Joe Nickell, la visión periférica es muy sensible y puede engañar fácilmente, especialmente por la noche, cuando el cerebro está cansado y es más probable que malinterprete lo que observa y escucha.
Nickell también indica que la creencia que una persona tenga de que un espíritu lo frecuenta puede hacerla interpretar acontecimientos ordinarios como señales que confirman la presencia del mismo. Se trataría, entonces, de una especie de “profecía auto-cumplida”
Se cree que los sonidos son también motivo de la interpretación de la presencia de fantasmas. Las frecuencias inferiores a 20 hertzios se llaman “infrasonido” y son normalmente inaudibles, pero los científicos británicos Richard Lord y Richard Wiseman concluyeron que el infrasonido puede provocar que los seres humanos sientan una “presencia” en el cuarto, así como sensaciones inexplicables de  ansiedad y pavor.
Además, la resonancia sinfónica del ojo es de 18 hertzios, y puede interferir con las funciones normales del mismo, haciendo que la persona crea que existen cosas que, en realidad, no están allí.
Por otra parte, el envenenamiento por monóxido de carbono puede causar alucinaciones auditivas y visuales de gran alcance, depresión, y una sensación generalizada de enfermedad y pavor.
Otra explicación potencial de las supuestas apariciones es que se trata de “alucinaciones hipnagógicas”.
La opinión tradicional de que los fantasmas se visten con ropa es claramente ilógica, dada su naturaleza espiritual. Esto sugiere que la concepción acerca de qué es un fantasma deriva de las preconcepciones efectuadas por la sociedad, y no de su existencia material.

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